El fracaso en la planificación de proyectos

 Por el Arq. Gustavo Di Costa
Editor de Revista ENTREPLANOS

 

En la Argentina, el sector de la construcción se caracteriza por presentar retrasos frecuentes en los plazos, excesos presupuestarios y problemas para mantener la calidad. La ejecución del proceso de construcción, donde la logística cobra relevancia, deviene en una tarea compleja. Cada obra requiere instalaciones técnicas, de almacenamiento y operativas. Los métodos tradicionales de gestión asociados con la planificación suelen mostrar sus deficiencias durante el período de construcción, básicamente, porque no implican la introducción de mejoras en el proceso. Los desvíos en el plazo de finalización del proyecto impactan directamente en su costo. Existen dos grandes grupos de causas por las cuales se atrasan los proyectos:

 

  • Inputs:
  • La definición del alcance es ambigua o poco clara.
  • Planificación deficiente (incompleta o porque plantea expectativas irreales).
  • Falta de gestión en entornos de alta incertidumbre.
  • Modificaciones en el proyecto.
  • Ineficiente gestión de abastecimiento.
  • Habilidades blandas.
  • Equipos de trabajo no motivados.
  • Fallas de comunicación.
  • Cliente inexistente.
  • Bajos niveles de compromiso y colaboración.

La filosofía Lean Construction (LC) propone comprender el proceso constructivo desde tres puntos de vista: La transformación, el flujo y el valor. La transformación comprende la conversión de los materiales en productos terminados o intermedios. El flujo reconoce que para que suceda la transformación es necesario que los materiales y la información fluyan a través de otras instancias de transporte, inspección y espera. Todas las instancias de la producción consumen recursos, esfuerzos y tiempo, pero la única capaz de generar valor al producto final es la transformación. Pese a ello, las mediciones indican que la mayor parte del tiempo y los recursos de un proyecto permanecen destinados a instancias incapaces de agregar valor. Se definen entonces 10 tipos de pérdidas:

 

  1. Defectos. El producto contiene errores, requiere retrabajo o no está construido como fue diseñado.
  2. Sobreproducción. Implica mayor cantidad de trabajo respecto del solicitado, o bien, en el momento equivocado.
  3. Espera. Cuando personas, equipamiento o materiales esperan a otros procesos o trabajadores para iniciar o finalizar una actividad.
  4. Sobreprocesos. Cuando se diseñan pasos innecesarios o extras incapaces de sumar valor.
  5. Movimientos. Movimientos innecesarios de los trabajadores durante su trabajo.
  6. Transporte. Movimiento interno innecesario de los recursos en la obra.
  7. Inventario. Materiales que no están siendo utilizados.
  8. Tiempo. Tiempos muertos, descansos excesivos, demoras en recibir información.
  9. Personas. Accidentes, ausentismo, rotación, disponibilidad de mano de obra calificada.
  10. Papeleo. Burocracia, controles excesivos, procedimientos poco claros.

 

Se debe considerar como pérdida a todo lo distinto a la cantidad mínima de equipos, materiales y tiempo laboral esenciales para la producción. Muchas de esas categorías no suelen medirse dentro de la obra, por lo tanto, resultan ser invisibles dentro de los sistemas de control tradicionales. No se miden principalmente porque no forman parte del proceso de transformación, por ende, no se toma en cuenta la optimización de los flujos a verificar por parte de los materiales para lograr obtener el producto final.

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Alejandra



Auspician Entreplanos




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