Por todo esto, la construcción sustentable tiene ciertos principios que le dan estructura:
Ubicación en el entorno: Será de suma importancia el emplazamiento de la nueva construcción para aprovechar al máximo su eficiencia energética, como ser el ingreso de luz y ventilación natural. También se considera un punto muy importante la cercanía a los transportes públicos para que los residentes puedan viajar desde y hacia su trabajo sin necesidad de usar un vehículo personal.
Energías renovables y eficientes: Utilización de fuentes solares, geotérmicas ó aerotérmicas para reducir al mínimo las necesidades de climatización, además del uso de sistemas certificados, iluminación eficiente y materiales aislantes en losas, muros medianeros y aventanamientos.
De esta forma se busca reducir las emisiones de dióxido de carbono que cada construcción pueda generar a la atmosfera.
Consumo responsable del agua: Todas las instalaciones deben apuntar a utilizar este recurso de un modo eficiente. Será fundamental minimizar su consumo e incluso reciclarla y reutilizarla a través de sistemas de recolección de agua de lluvia, atomizadores de grifos e inodoros de doble descarga.
Calidad de vida: Un edificio “verde” cuenta con muchos beneficios que tienen que ver con la salud y el bienestar de sus habitantes no sólo desde el punto de vista del confort sino también a través de la buena calidad de aire interior que se genera en sus espacios.
Correcto funcionamiento por parte de los usuarios: Es fundamental la predisposición de las personas que habiten estos edificios a hacer correcto uso de los mismos ya que en muchos casos obliga a un cambio en sus hábitos y a cierta flexibilidad en cuanto a su empleo.
Todo esto y mas conforman la construcción sustentable, un modelo que busca darnos un hogar sin descuidar el mas preciado bien que tenemos: el planeta Tierra.
Por Hugo Torres / Director de QE2 Construcciones SRL
FUENTE: www.baenegocios.com