El proyecto evaluado

Existen varios métodos para evaluar un negocio. Uno consiste en medir el tiempo de repago de la inversión una vez desarrollado el proyecto. Este sistema considera que la mejor inversión es la que se amortiza antes. Sin embargo, se trata de un método muy conservador, ya que privilegia un menor plazo de repago sin considerar los flujos de dinero demandados luego de esa fecha. Puede ocurrir que una inversión tarde más en ser recuperada pero arroje mayores beneficios con el transcurso del tiempo.

Por el Arq. Gustavo Di Costa, Editor de la Revista ENTREPLANOS.

Otra alternativa de evaluación consiste en comparar el TIR (Tasa Interna de Retorno) del negocio frente a otras inversiones. El TIR conforma una herramienta la cual estima la tasa de interés a la que debería ser colocado el dinero para obtener un rendimiento similar al de nuestro negocio. En definitiva, el TIR es un Indicador de la rentabilidad del proyecto y arroja una tasa fácilmente comparable con inversiones alternativas.

Las estrategias para aumentar los beneficios de una construcción son de distintos tipos. Algunos inversores hacen arreglos con subcontratistas y efectúan canjes de metros cuadrados por el trabajo o la mercadería. Ello incide positivamente en el TIR, porque existe un menor costo financiero al disminuir el monto de la inversión. Otra forma consiste en acortar los plazos de obra. De ésta manera, se disminuye el riesgo y los intereses que representa mantener el capital inmovilizado en un proyecto. Si bien el TIR cuantifica el retorno sobre el capital invertido, el usuario con precaución no toma en cuenta las cantidades invertidas. No es necesario aclarar que no es lo mismo obtener el cincuenta por ciento de retorno sobre un peso invertido, que el veinticinco por ciento sobre mil. Sin embargo, el primer caso tendrá un TIR mayor que el segundo.

Para medir los resultados económicos en pesos contantes y sonantes, existe otra herramienta que es el VAN (Valor Actual Neto). El VAN Indica la ganancia al inversor, pero expresada en pesos al día de hoy, vale decir, que a los resultados monetarios de toda la venta, realizada a futuro, se le descuentan los Intereses financieros correspondientes al lapso transcurrido. La construcción es siempre una inversión de bajo riesgo, solo superada por las colocaciones bancarias o los préstamos hipotecarios. Siempre se presenta como un negocio seguro y rentable. Sus costados más sensibles son los costos y los tiempos de ejecución.

La incorporación de nuevas tecnologías en la construcción parece encaminada a solucionar dichas problemáticas. Mientras tanto, la gran frutilla del postre radica en lograr un correcto diagnóstico de las necesidades, posibilidades y gustos del mercado.

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