Alejandrajunio 22, 2021
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Este Auditorio fue concebido como una ampliación al existente Centro de Prensa dentro del denominado Centro Cívico de Mendoza. Esta zona de la ciudad se encuentra formada por edificios aislados en medio de parques, por ello, se priorizó dicho carácter, diseñando un proyecto responsable de reducir al máximo la obstrucción de las visuales.

A su vez, la obra ganadora de un concurso de proyecto y precio, debía reunir la máxima economía posible, destacando una fuerte identidad más una simple conexión con los demás locales, simultánea a su posible total autonomía.

La obra conforma un salón multiuso con capacidad para 1.800 personas, divisible en dos, que resuelve la estructura sísmica, los requerimientos acústicos y el movimiento previo del público y los participantes internos dentro de una caja de planta circular (donde se podían llevar a cabo todo tipo de eventos, incluso los deportivos), dentro de la cual, se inscribe un rectángulo, materializando así el salón principal.


Alejandrajunio 15, 2021
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Con el objetivo de garantizar estándares mínimos de habitabilidad, mejorar las condiciones de las viviendas sociales y generar la inclusión social de los grupos más vulnerables, se están llevando a cabo diversos proyectos a lo largo y ancho del país y el uso de paneles de aislamiento térmico es una tendencia en alza.

 

En Argentina, 3,8 millones de hogares sufren un déficit habitacional de acuerdo con la Asociación civil por la igualdad y la justicia (ACIJ). Esta problemática requiere una solución que contemple tanto el diseño como la implementación de políticas de vivienda, las que constituyen un punto clave para revertir las desigualdades actuales.

El proyecto GEF (Fondo del Medio Ambiente Mundial por sus siglas en Inglés) “Eficiencia Energética y Energías Renovables en la Vivienda Social Argentina”, tiene como objetivo, contribuir a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país, mediante o a través de la disminución del consumo de energía en la vivienda social. A partir del año 2020, se estableció en la Resolución 59/2019 del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas, que todas las viviendas construidas con fondos del Estado, deben presentar para su aprobación, el cálculo del Índice de Prestaciones Energéticas mediante la utilización del Etiquetado de Viviendas. Esto permite incorporar estándares mínimos de eficiencia energética no sólo en los equipos que se instalen en dichas viviendas, así como también en los sistemas constructivos que se utilizan.

 

Tal es el caso del proyecto de la erradicación de El Pozo en Godoy Cruz, Mendoza. El Pozo era una depresión que funcionaba como depositario de residuos urbanos del municipio, tanto por parte de las personas como de las empresas cercanas. Esto generó un asentamiento de familias que vivían en ese lugar y recolectaban residuos como metal, cartón, vidrio y plástico para vender.

 

En noviembre de 2018, con el propósito de sanear del lugar a raíz de la detección de una concentración de enfermedades peligrosas para las personas que vivían allí, el municipio de Mendoza cortó la evacuación de residuos y comenzó con un proyecto de reubicación de familias en viviendas sociales construidas con tecnología que permitiera hacerlo en el menor tiempo posible. Se buscó no sólo llevar a cabo un proyecto constructivo, sino también uno social, permitiendo asegurar a la comunidad una continuidad en su forma de sustento.

Se buscaron distintos métodos de construcción para definir el camino más veloz para realizar la gestión, y el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) de Mendoza aprobó un sistema de construcción no tradicional con la utilización de paneles de poliestireno para las paredes y paneles de poliuretano para las cubiertas de las viviendas. Complementando técnicas de construcción tradicionales y de construcción en seco, se construyeron un total de 120 viviendas en menos de 6 meses.

 

 

Lo más interesante del proyecto del Pozo no fue simplemente el hecho de la velocidad de gestión sino que durante el montaje de las viviendas, se puso en práctica un programa de capacitación de familias para que ellas mismas trabajaran en la construcción. Se terminaron constituyendo 8 cuadrillas a las cuales el municipio brindó herramientas para el trabajo. Hoy en día, muchas de esas personas continúan realizando el oficio, por lo que el proyecto tuvo un impacto social positivo.

 

La técnica de uso de paneles termoaislantes de poliuretano (PUR) y poliisocianurato (PIR), comúnmente denominados paneles sándwich, consiste en la utilización de placas fabricadas con láminas de metal “rellenas” con estos materiales. El poliisocianurato destaca por su mayor protección en caso de incendios a comparación de materiales utilizados en construcciones tradicionales y ambos materiales cuentan con un alto poder termoaislante, propiedades de capa barrera de vapor y humedad, consiguiendo así que las construcciones que los utilizan, logren ofrecer un considerable confort térmico, eliminando condensaciones interiores, reduciendo el uso de sistemas de ventilación extra y logrando una mayor eficiencia energética en las estaciones de invierno y/o verano.

Hoy en día los gobiernos deben pensar en los beneficios que llevan a la sociedad cuando se eligen materiales de construcción en seco para las viviendas sociales. No se trata solamente de garantizar una mayor seguridad a estas viviendas -debido a las capacidades de resistencia al fuego de los paneles de poliisocianurato, por ejemplo-, sino también de la reducción en el impacto ambiental, dado que las construcciones son más limpias, se ahorra un 100% de agua, y el ahorro energético mensual que se obtiene debido a la termoaislación es de hasta aproximadamente un 73%. Esto último, también se traduce en un beneficio para el Estado, quien hoy en día subvenciona una gran parte de los servicios eléctricos y de gas.

 

Se están llevando a cabo y analizando proyectos de viviendas sociales en todo el país y el replanteo de los métodos utilizados en dichas construcciones resulta indispensable para asegurar que la inversión sea la más conveniente en la ecuación costo-calidad. En tiempos de escasez de recursos naturales y clamor por la sostenibilidad, los sistemas de construcción con tecnologías de paneles termoaislantes transforman una obra tradicional hecha con mampostería en una construcción más productiva y sustentable haciendo uso racional de la energía y beneficiando a quienes construyen la obra, a los que la ocupan y al planeta.


Alejandramayo 17, 2021
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Se edificará con tipología solar y con la técnica constructiva de quincha, lo que permitirá eficiencia térmica, económica y de sistematización. Podría estar lista antes de fin de año.

El Ministerio de Planificación e Infraestructura Pública, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) y la Municipalidad de San Carlos firmaron un convenio para comenzar a construir la segunda vivienda ambientalmente sustentable bajo la órbita del Laboratorio Provincial de Vivienda.

El ministro Mario Isgro, la presidenta del IPV, María Marta Ontanilla, y el intendente Rolando Scanio firmaron el acuerdo con representantes de las firmas Hornero Tec y Della Constructores, quienes serán los encargados del montaje de la estructura habitacional.

La casa se edificará en San Carlos con tipología solar y sistema de quincha, que implica una técnica constructiva con tierra cruda que facilita la adaptabilidad a diferentes materiales naturales y característicos del territorio mendocino.

“Hace años venimos trabajando con el sistema de quincha que tiene huella de carbono muy pequeña, además, es aislante, prácticamente no tiene gasto de energía y es mucho más fácil y rápido, porque preparamos la estructura en galpón y la armamos directamente en la obra”, explicó Bertrand Pahaut, de la firma Hornero Tec, encargada de la construcción.

Con el sistema de quincha todo el material es montable, desmontable y biodegradable; los módulos se pueden ir ampliando progresivamente. Se caracteriza por la reducción en los tiempos de construcción, la eficiencia térmica y la sistematización del proceso.

La elección de este departamento del Valle de Uco responde a razones de condiciones climáticas, ambientales y sociales. Según explicaron desde el laboratorio, San Carlos es un lugar adecuado para este tipo de construcciones.

La casa, emplazada en La Consulta, tendrá dos dormitorios, un baño, cocina y living comedor. Será beneficiaria una familia que, por sus necesidades habitacionales, fue priorizada por el Municipio.

Al respecto, el ministro Isgro indicó: “Es una casa piloto que vamos a hacer en forma conjunta con un equipo de trabajo local que tiene experiencia y trayectoria en la construcción de viviendas con tierra, el Municipio y el Gobierno provincial. Cuando esté terminada vamos a empezar con las mediciones de funcionamiento en tiempo real”.

Para este segundo prototipo se acordó aunar esfuerzos y colaboración entre las partes, que se concretará en la donación de materiales e insumos y en el aporte de recursos logísticos. La construcción estará a cargo de Hornero Tec y tendrá la participación de Rotho Blass Argentina SRL, con las fijaciones, soportes y tornillería; Juan Blangino SA, a cargo del revestimiento; y Della Constructores, que colocará ladrillos de hormigón celular. Por su parte, el Municipio aporta el terreno y los servicios. La obra tiene un costo estimado de $4 millones. Los trabajos comenzarán en junio y se estima que culminarán antes de 2022.

A su vez, el convenio tiene como objeto la colaboración entre las partes vinculadas a la ejecución de un programa de capacitaciones en oficios teniendo como eje la sustentabilidad de las construcciones y la integración social de los sectores más desfavorecidos en la sociedad. La prestación es gratuita.

En este marco, el intendente Scanio elogió la firma de los convenios y la metodología de trabajo: “Desde el Municipio apostamos al cuidado ambiental y este sistema de construcción viene a reflejar esto, que es el inicio de futuras viviendas. Hemos firmado un convenio de capacitación que es importante porque genera fuentes de trabajo para nuestro departamento”.

 

La misión del laboratorio

Los objetivos del Laboratorio Provincial de Vivienda son investigar, promover y prever soluciones técnicas, sociales, económicas y financieras para la vivienda de carácter eficiente e innovador. En función de esa premisa, se diseñaron distintos prototipos de vivienda social ambientalmente sustentable.

El laboratorio investiga, releva y analiza nuevos sistemas para la diversificación de alternativas constructivas. Sobre la construcción de estos diversos prototipos se realizarán mediciones durante un tiempo determinado de uso, para evaluar la eficiencia energética, constructiva y económica de los modelos. La intención en un futuro no muy lejano es que el IPV pueda usar alguno de estos prototipos para licitar barrios.

Los hogares serán ocupados por familias con necesidades habitacionales reales, para dar respuesta social. Estas serán capacitadas y monitoreadas para hacer uso eficiente de las instalaciones.

 

Tipologías y sistemas de construcción

El laboratorio viene trabajando en dos tipologías de construcción, prisma y solar, y distintos materiales y sistemas constructivos, entre ellos refrigeración modular integral (Friolatina), plásticos (Proceso 3C), montaje en seco (Steel Frame y New Panel), quincha (Hornero Tec) y sismo-resistente y aislante termo acústico (Cassaforma).

Actualmente se ejecutan en el barrio Flores Olivares de Ciudad una vivienda prisma con sistema New Panel, a la que se sumará la de San Carlos con tipología solar y sistema Hornero Tec.

Para los próximos meses se está evaluando comenzar en Guaymallén la prueba de tres prototipos en un mismo terreno, es decir construir una casa con Steel Frame, otra con New Panel y la última con Cassaforma, una al lado de la otra y todas con tipología solar.

Por último, está en plan edificar una vivienda prisma en Malargüe; resta definir el sistema.

Colaboración académica

La semana pasada, el Laboratorio de Vivienda suscribió un acuerdo de colaboración con la Universidad de Mendoza. Se comprometieron a trabajar en el diseño de viviendas y obras de hábitat, incorporando criterios de sustentabilidad y eficiencia energética.

El plan de trabajo acordado establece que la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad de Mendoza brindará asesoramiento académico, científico y técnico para el desarrollo sustentable del hábitat. Esto, atendiendo al uso racional de la energía, la eficiencia energética y el aprovechamiento de las energías renovables en la proyección y construcción de viviendas sociales.

A fines del año pasado se firmó el mismo convenio, pero con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Cuyo.



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