Los presupuestos pueden abarcar el análisis de los tiempos (programas de trabajo), de los precios (presupuestos por cuantificación monetaria), de inversiones, etc.
En cualquiera de los casos podremos encontrar Presupuestos de Gastos Descriptivos, los cuales precisan la naturaleza y calidad de los materiales, la forma de construir la obra, las técnicas particulares a desarrollar, etc. Por otra parte, un sistema de Presupuesto de Gastos Cuantitativos de los distintos elementos de una obra (cómputo métrico). Finalmente, debemos contar con un Presupuesto de Gastos Estimativos (presupuesto de precios), encargados de fijar la magnitud del gasto calculado, a partir del cual, el profesional debe fijar porcentajes para su oferta.
Algo que llama poderosamente mi atención en los eventos y ferias de la construcción en las cuales nuestra publicación se presenta, tiene que ver con las consultas recibidas sobre diversos aspectos. Si ponderáramos cuál es el tema más convocante, seguramente, la forma de presupuestar los trabajos se llevaría el primer puesto.
Evidentemente, fijar un precio adecuado para la labor del profesional se convierte en una angustia que no es tal cuando se analiza el tema en profundidad. El carácter variable de cada uno de los encargos (por requerir particulares y específicos recursos de producción), puede ser uno de los factores que motiven la necesidad de una mayor información a la hora de estudiar el precio de una determinada encomienda.
Según sea la finalidad de la estimación será el procedimiento a emplear para su elaboración. Para sólo auscultar las posibilidades de un proyecto bastará el uso de métodos expeditivos aproximados. En ocasiones, dicha técnica toma el nombre de Ante-presupuesto o Presupuesto Global. Por ejemplo, para determinar el costo de una obra con características similares a otra ya realizada, bastará determinar su metraje y multiplicarlo por el costo específico del metro lineal, sin descuidar la influencia sobre este cálculo, de las variaciones del momento (mayores costos inflacionarios, por ejemplo) y las diferencias con las obras análogas cuyos precios se han adoptado.
Siempre recomendamos analizar exhaustivamente una obra antes de fijar un precio por ella.
El tiempo dedicado se compensará con creces en relación con las pérdidas que podemos sufrir al subestimar este importante aspecto de nuestro trabajo: La confección del presupuesto.
Por el Arq. Gustavo Di Costa