En los últimos años se ha prestado mucha atención a las construcciones en madera. Al ser un material sostenible y renovable, que captura una enorme cantidad de carbono durante su crecimiento, las innovaciones relacionadas con el material han sido constantes, permitiendo construcciones cada vez más altas e incluso uniéndose a otros materiales. Sin embargo, cuando hablamos de madera nos acercamos a una inmensa variedad de especies, con diferentes fortalezas, matices, potenciales, limitaciones y usos recomendados. Si bien existen maderas extremadamente duras y pesadas, con resistencias comparables al concreto, existen otras maderas blandas y suaves que son adecuadas para otros fines.
De cualquier forma, al ser un material natural, la madera es porosa y se adapta a las condiciones de temperatura y humedad del entorno en el que se inserta, pudiendo absorber todo lo que ingresa, como aceites, suciedad y productos químicos. Sin un acabado adecuado, la madera puede secarse, agrietarse, perder su tono natural y deteriorarse. Si se expone a cambios repentinos, como períodos de alta humedad y sequía, puede terminar hinchándose o pudriéndose.
Aunque somos conscientes de que el mantenimiento es vital para el buen funcionamiento de todo tipo de edificios, cuando se trata de madera, esto es aún más esencial. Un acabado adecuado evita que la madera se deteriore rápidamente, aumentando su vida útil y exhibiendo sus características naturales. A continuación, hemos recopilado los acabados más utilizados en la actualidad, presentando sus características y usos principales:
Barnices
Erróneamente, la palabra barniz se utiliza a menudo para describir cualquier tipo de acabado de madera. Y de hecho, estos son los productos más utilizados para la protección y embellecimiento del material. Los barnices crean una capa transparente, como una película en la superficie aplicada, que cubre los poros de la madera, resaltando sus vetas y sus colores naturales. Es un producto a base de aceites secantes y resinas sintéticas. Existen varios tipos en el mercado, como el barniz marino y el poliuretano, que son muy resistentes al agua y la humedad. Existen barnices con protección contra los rayos ultravioleta, muy útiles para estructuras exteriores. Otros tipos permiten cambiar el tono de la madera a través de tintes.
Los barnices son bastante versátiles, y se utilizan ampliamente en fachadas, estructuras, marcos y piezas internas. Cuando la capa de barniz comienza a desprenderse de la madera, dejándola desprotegida, la pieza debe ser lijada y barnizada nuevamente.
Impregnantes o Stain
Los impregnantes, también conocidos como Stain, funcionan de manera ligeramente diferente. A diferencia del barniz, los impregnantes penetran en la madera y dejan sus poros abiertos, nutriendo sus fibras y permitiendo que la madera “respire”. Esto le da un aspecto más natural a sus vetas, especialmente al tacto, pero incluso en su versión más transparente termina por oscurecer un poco la pieza. Debido a que impregna la madera, es un acabado que la hace extremadamente resistente al agua. Fácil de aplicar y mantener, el Stain no se desprende, ya que es absorbida por la madera y no forma una capa de película protectora.
Sus usos son similares a los barnices, y también se utilizan ampliamente en cubiertas.
Óleos o Aceites
Los acabados al óleo son muy apreciados y populares entre los carpinteros, ya que tienden a resaltar muy bien el carácter de la madera, sin cambiar tanto su color y su textura. Hecho de productos naturales, son bastante fáciles de aplicar y mantener, hidratando y formando una barrera impermeable que potencia las características natural de la madera. Sin embargo, no son tan resistentes a la intemperie como los productos mencionados anteriormente. Aunque los óleos más comunes son los aceites de linaza y tung, existe la posibilidad de utilizar óleo ‘crudo’ o polimerizado, que se somete a un tratamiento térmico para hacerlo más resistente al tiempo y acelerar el tiempo de secado.
En general, los óleos o aceites se utilizan mayormente en zonas de baja exposición al sol y a la lluvia, pero también pueden ser utilizados para proteger utensilios de cocina, como tablas y cucharas, por ejemplo. En estos casos, se recomienda utilizar aceites minerales.
Goma Laca
La goma laca es un acabado natural secretado por el insecto Kerria lacca, un tipo de escarabajo que se encuentra en los bosques de la India y Tailandia. Como barniz, la goma laca se seca rápidamente, formando una película dura, fuerte y flexible, que es útil para barnizar pisos y muebles. Se usa con poca frecuencia hoy en día, porque no es muy resistente al agua o al alcohol. Por lo general, se compra en pequeñas piezas que se diluyen con alcohol antes de su uso.
Aún así, existen carpinteros que utilizan goma laca para la terminación de muebles finos.
Ceras
Comercializadas en forma líquida, en pasta o sólida, las ceras se derivan de una variedad de fuentes minerales, vegetales y animales. Los más comunes son los de abeja y carnaúba. Como acabado, las ceras no penetran en la madera, sino que permanecen sobre ella, evitando su oxidación. La cera, por lo tanto, si se utiliza sola, tiene poco efecto en la protección de la madera. Lo interesante es que se puede aplicar sobre piezas que ya han recibido la aplicación de aceites, dandole a la superficie un brillo suave y una sensación agradable. Debe utilizarse en área que no estén expuestas a la intemperie.
Es importante señalar que no existe un uso correcto o incorrecto cuando se trata de acabados de madera. Un acabado para paneles en una losa de CLT será diferente a la de un banco en una plaza o la de un mueble para un ambiente interior. Lo importante es que el arquitecto, al especificar una pieza de madera, tenga conocimiento de las posibilidades de la especie y la función de la pieza, con el fin de encontrar la solución más adecuada para cada situación.
Escrito por Eduardo Souza | Traducido por José Tomás Franco | www.archdaily.mx