Árboles solares para ciudades sustentables en México, Argentina e Israel.

  Se trata de originales estructuras metálicas con paneles que proveen de energía a los espacios públicos donde funcionan y a los transeúntes. Te contamos más sobre este proyecto que está transformando distintas ciudades del mundo.

  Hoy en día con la población y la creciente demanda de energía se debe encontrar una fuente de energía renovable y también debemos tener en cuenta que la energía no debe causar contaminación y otros peligros naturales. En este caso, la energía solar es la mejor opción para nosotros.

¿Qué es el árbol solar?

  Un árbol solar es una forma decorativa que produce energía solar y también electricidad. Utiliza paneles solares con la forma de un árbol. Los paneles están dispuestos en forma de árbol en una torre alta o poste. El árbol solar se compone principalmente de cinco partes para diseñar: Paneles solares, poste largo, LEDs, baterías y los tallos para la conexión de los paneles.

  El nombre árbol solar es debido a que un árbol puede producir su propio material alimenticio por el proceso llamado fotosíntesis, las hojas producen alimentos para los seres humanos, del mismo modo en el árbol solar, las placas solares producen energía para la sociedad.

  La Célula fotovoltaica de los paneles solares convierte la luz solar en energía eléctrica y este efecto se conoce como efecto fotovoltaico. Las células solares esencialmente crean electricidad mediante la conversión de fotones de luz en electrones. La célula solar produce corriente directa, y esta corriente se convierte en corriente alterna, mediante el uso de inversor.

Usos del árbol solar

  El árbol solar está diseñado para integrarse en la ciudad de manera que no contamine ni influya en el paisaje. En las hojas están colocadas células fotovoltaicas que generan electricidad suficiente para cargar teléfonos, portátiles, tablets y cualquier dispositivo móvil. No sólo esto, sino que también actúa como módem Wi-Fi.

  El árbol solar también sirve como iluminación nocturna, sustituyendo a las típicas farolas, ya que, cuenta con una batería que se carga durante las horas del sol. El resto de componentes están formados de acero y las piezas tienen suficiente flexibilidad para adaptarse a cualquier ambiente. Dependiendo del tipo de terreno y modelo de árbol solar, no sería necesaria una excavación para la instalación del mismo.

  Cada hoja del árbol solar contiene más de 100 células, aunque dependiendo del modelo pueden tener más o menos, siempre teniendo en cuenta las necesidades de cada proyecto y las condiciones del lugar en el que se va a instalar. Según el tamaño de hoja habrá más o menos potencia.

  Es especialmente importante que el lugar donde se coloque el árbol tenga una buena posición respecto al sol, y que reciba los suficiente niveles de radiación, evitando la sombra que pueda haber a causa de edificios cercanos. Por eso es necesario estudiar el proyecto y cada caso de manera exhaustiva para sacar el máximo beneficio del árbol solar.

  No sólo se ahorra el gasto público en electricidad, también logra la eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. Su diseño minimalista es agradable a la vista, pudiendo llegarse a considerar una especie de “obra de arte urbana”. Otra utilidad del árbol solar podría ser darle energía a elementos de iluminación de la calle, como semáforos y termómetros.

  Entre otras cosas, se ahorraría una enorme cantidad de CO2 anualmente, se ha calculado que mínimo 2 toneladas, aunque esa cifra podría ser mayor dependiendo del tipo de proyecto que se trate. El precio también va a depender del tipo de árbol led que se fabrique.

  Diferentes empresas y gobiernos ubicados en distintos puntos del planeta, comparten un mismo objetivo: promover un desarrollo sostenible y el cuidado del ambiente. Es por ello que en numerosas ciudades florecen proyectos para ahorrar energía, reutilizar residuos y reducir los desechos. Ejemplo de ello son los árboles solares que comienzan a instalarse en países como Argentina, México e Israel.

Mendoza al frente de la sustentabilidad en el país.

  En la provincia de Mendoza se ha dado una ola de proyectos sustentables que la catapultaron a la cima en energías renovables en Argentina. El año pasado se inauguró la primera plaza solar del país en Godoy Cruz con 18 paneles solares que proveen de energía a todo el paseo y su entorno. Es la primera plaza cuyo consumo energético es cubierto completamente por energías limpias. Además los paneles producen más energía de lo que necesita el paseo para funcionar por lo cual, el excedente se redirige a la red.

  Los árboles están conformados por una estructura metálica de caños circulares de diferentes diámetros que funcionan como pérgola. Las “hojas” albergan paneles solares que proveen de energía a tomas de corrientes adosadas a los caños. Así los vecinos pueden recargar aparatos eléctricos como celulares y tablets.

El caso de México.

Por otra parte, en la nación azteca se están colocando más de una veintena de árboles solares similares a los de Mendoza, en la delegación Miguel Hidalgo.

El primero se instaló en el Parque Lincoln. Con una estructura similar a la de un árbol frondoso, posee paneles solares de tres kiloWatts y 12 conexiones para cargar dispositivos móviles además de puertos para computadores. La instalación fue llevada a cabo por la empresa Go Green y costó alrededor de U$D 5.550.
El objetivo de la delegación es instalar 21 árboles más a lo largo del territorio. Además mediante el mismo programa que promueve la colocación de los árboles solares, ya se instalaron otros 438 paneles en el estacionamiento del edificio delegacional.

El proyecto de Israel.

México y Argentina no son los únicos países con árboles solares en su territorio. Hace cinco años en Israel se instalaba la primera estructura de este tipo en el parque natural Ramat HaNadiv.

Este árbol creado por Michael Lasry está conformado por un tronco metálico y siete grandes “hojas” que poseen paneles solares. La estructura no sólo brinda sombra a unos bancos sino que también permite alimentar enchufes eléctricos, enfriar fuentes de agua potable y proporcionar wifi.

Cada árbol de siete paneles puede generar un máximo de 1,4 kilovatios, lo necesario para alimentar a 35 ordenadores portátiles. Además una batería almacena el exceso para iluminar la zona por la noche y proporcionar energía de reserva en los días nublados.

 

Con información de: www.lavoz.com.ar

 

 

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