Entre los distintos tipos de aditivos comercializados en nuestro país, se encuentran los superfluidificantes, también denominados superplastificantes o reductores de agua de alto rango. Su utilización posibilitó, a partir de mediados de los años ´70 del siglo pasado, una mejora sustancial en las propiedades del hormigón, en especial, de sus resistencias mecánicas. Según esta normativa, se definen como aditivos superfluidificantes a aquellos los cuales permiten realizar una reducción en el agua de amasado del hormigón mayor al 12%.
Su característica principal es que pueden agregarse en dosis importantes en el hormigón (hasta un 3% respecto del peso del cemento) sin que ello origine la aparición de efectos secundarios perjudiciales, tales como demoras en el fragüe o una excesiva incorporación de aire.
Los aditivos superfluidificantes forman una película lubricante sobre las partículas de cemento, debido a la absorción del compuesto sobre la superficie de las mismas; asimismo, se generan cargas eléctricas negativas sobre la superficie de dichas partículas, lo cual provoca la dispersión -venciendo la tendencia de las moléculas- de agruparse formando grumos. De esta forma, al dispersarse el cemento, una mayor cantidad de él puede entrar en contacto con el agua, mejorando la plasticidad de la mezcla y obteniendo una más eficiente hidratación.
En cuanto a su forma de incorporarlos en el hormigón, pueden sumarse al mismo tiempo en el agua de amasado como en la mezcla fresca, siendo ésta última la más eficiente para lograr un mejor efecto fluidificante. Es conveniente proceder a un mezclado de -al menos- 8 minutos para obtener una mezcla homogénea.
Debido a la necesidad de utilizar hormigones fluidos con asentamientos mayores a 12/14 cm, es conveniente adicionar el superfluidificante antes de comenzar la colocación del hormigón en los moldes. En el caso de tratarse de Hormigón Elaborado, que lleva implícito un tiempo de transporte, debe agregarse al hormigón inmediatamente antes de iniciar su descarga del equipo motohormigonero. Para que la aplicación del aditivo resulte efectiva, es necesario llevar el hormigón hasta la boca de descarga del mixer, disponer el aditivo y conducir nuevamente el hormigón hacia el interior del mixer, para efectuar allí el mezclado. Esta operación tiene por objeto asegurar que la totalidad del aditivo entre en contacto con el hormigón. A diferencia de los plastificantes, los superfluidificantes pueden redosificarse; se recomienda repetir hasta un 50% de la dosis inicial en una ocasión, no siendo conveniente redosificar en reiteradas oportunidades.
De cualquier forma, debemos considerar la existencia de una dosis de superfluidificante límite y que, por encima de ella, la independencia del contenido de partículas finas, el hormigón segrega.
Si bien estos hormigones son, por su grado de fluidez de tendencia autonivelante, de todas formas es necesario proceder a su compactación o vibrado en caso de tabiques o elementos densamente armados.
Si bien los superfluidificantes aportan considerables beneficios al hormigón, su empleo en el mismo no corrige los errores que pudieran surgir de una incorrecta dosificación o deficiencia de los materiales. Por consiguiente, es preciso adoptar todas las prescripciones de carácter tecnológico y las reglas del buen arte recomendadas para cualquier otro tipo de hormigón.
Fuente: Norma IRAM 1.663.