Por el Arq. Gustavo Di Costa
Editor de Revista ENTREPLANOS
Teniendo en consideración que los objetivos centrales del LC son minimizar el desperdicio físico y de proceso; mejorar la generación de valor para el cliente, se puede decir que existen cuatro mecanismos principales sobre cómo interactúan LC y BIM. A través de estos se observa que, para obtener todos los beneficios de BIM, se requieren procesos Lean sistemáticos, junto con una cuidadosa gestión del modelo de información.
La detección de conflictos o interferencias proporciona un ejemplo de esta contribución. Esto se produce cuando los modelos de las diferentes disciplinas (arquitectura, estructuras e instalaciones) se juntan y se examina en búsqueda de conflictos físicos (intersección de la geometría de dos objetos) o de espacio libre (intersección de la geometría de un objeto en un espacio libre correspondiente para otro objeto). Una vez que se encuentran los conflictos, los proyectistas podrán corregir los problemas y reiterar los modelos hasta liberarlos de conflictos. De esta forma, se ahorra gran cantidad de tiempo y dinero que, de no realizarse virtualmente, se desperdiciaría en retrabajos o retrasos.
La utilización de BIM durante la fase de construcción ejemplifica el punto. La planificación colaborativa constituye una de las funciones principales de LC, teniendo como característica obtener una comprensión más profunda de las actividades planificadas de antemano. Cada vez es más complicado para las partes interesadas visualizar la tarea y la secuencia del proceso, principalmente, en proyectos complejos con complejas redes de instalaciones. Mediante el uso de herramientas BIM como la planificación 4D, donde un modelo 3D está vinculado al plan del proyecto y simulado para ejemplificar las actividades durante un determinado período, el equipo adquiere una comprensión mucho más profunda en comparación con el uso de los planos en 2D.
Otro ejemplo se relaciona con la visualización de estos modelos de diferentes disciplinas en forma conjunta desde la etapa inicial del diseño conceptual. Esto permite que los clientes y usuarios finales brinden su opinión y que los proyectistas comprendan de una mejor forma los requisitos del cliente, pudiendo adaptarlos a las diferentes etapas del proyecto. Esto contribuye directamente a los principios del LC de minimización de residuos y generación de valor. Sin embargo, para que esto suceda, es fundamental la participación temprana de las partes interesadas en el proyecto.
Los modelos de análisis para la gestión de costos o la huella de carbono son ejemplos de esto. Estos modelos llevan a cabo cálculos útiles y de valor agregado que, con dibujos 2D, eran complicados de realizar. Para obtener el beneficio completo de estos cálculos, puede ser necesario modificar el proceso de diseño para que la posibilidad de mejoras en el diseño a través de la iteración rápida se pueda efectuar con la práctica del diseño. El entorno de LC facilitará la introducción e implementación de tecnologías basadas en BIM y mejorará su efectividad. Esto es especialmente relevante durante la adopción estratégica inicial de una nueva tecnología que se aplica dentro del ciclo de vida de un proyecto.