Los empresarios de la industria de la construcción requieren contar con información financiera actualizada para tomar las decisiones correspondientes sobre sus futuras operaciones. En el complejo mundo de los negocios, caracterizado por el proceso de globalización de las empresas, la información económica y financiera cumple un rol muy importante al verificar datos indispensables para la administración y el desarrollo del sistema económico.
En este sentido, la contabilidad conforma una disciplina del conocimiento humano que permite preparar información de carácter general sobre la entidad económica. Dicha información es mostrada por los estados financieros. La expresión “Estados financieros” comprende: Balance general, estado de ganancias y pérdidas, estado de cambios en el patrimonio, ciclo de flujos de efectivo, notas y materiales explicativos. Obviamente, nosotros como profesionales de la industria de la construcción, necesitamos contar con ciertas herramientas de conocimiento práctico para comprender y anticipar los estudios pertinentes al estado económico, financiero y fiscal de nuestra empresa y de la materialización de una obra en particular. Dicho análisis lo realizan -o deberían realizar- todas las ramas de la industria, con el fin de prever los movimientos de ingreso y egreso de dinero, conjuntamente con otras variables (impuestos, erogaciones, gastos, etc.) que resultan de capital importancia tener siempre presentes.
En suma, las características fundamentales que debe ofrecer la información financiera son utilidad y confiabilidad. La “Utilidad” es entendida como la cualidad de adecuar ésta al propósito de los usuarios, vale decir, los accionistas, inversionistas, trabajadores, proveedores, acreedores, entidad gubernamental y, en general, la sociedad en su conjunto.
La “Confiabilidad” de los estados financieros refleja la veracidad de lo sucedido en la empresa.
El “Plan de negocios” se define como una herramienta versátil y de gran utilidad. Varias veces afirmamos en esta columna editorial, las muchas razones para planificar y se debe prestar a este tema la atención que merece. El objetivo del mencionado plan radica en presentar información pertinente y concisa, relativa a los recaudos y desembolsos que deberá enfrentar la empresa constructora a fin de examinar su capacidad para generar flujos futuros de efectivo, y evaluar su respuesta a efectos de cumplir con las obligaciones contraídas, determinar el financiamiento interno y externo, y establecer las diferencias entre la utilidad neta y los recaudos y desembolsos.
A fin de simplificar el análisis, acotándolo a los aspectos de interés para nosotros como profesionales de la construcción, dividiremos la información en tres puntos fundamentales: Egresos, ingresos e inversiones.
Los Ingresos suponen el avance registrado por nuestra obra, la cual será motivo de un proceso de certificación en el cual, de acuerdo con el lapso acordado para su emisión, se confeccionarán las obligaciones de pago hacia nuestro Comitente. Desde luego, todas esas acciones permanecen enmarcadas conforme a lo acordado en el pliego de condiciones generales de la obra y el correspondiente contrato. Entonces, la empresa percibirá un “Ingreso” de dinero proveniente de la sumatoria del precio de cada una de las tareas debidamente efectuadas en el lapso motivo del certificado. Los Egresos se registran a lo largo de la obra y producen diferentes erogaciones en concepto de abastecer al desarrollo de la misma de los pertinentes recursos de producción (materiales, mano de obra, equipos y herramientas). La sumatoria de los mismos producirán los costos directos que la empresa constructora afronta para la materialización de la obra. Nótese que, desde el vamos, existe un desfasaje de tiempo entre la disposición de los “Egresos” (los cuales se registran desde el día cero de iniciada la obra) y los ingresos (percibidos conforme se presenten los certificados de avance de obra).
Finalmente, las Inversiones muestran el “día a día” de la obra. Ello nos permite conocer el desembolso de dinero (traducido en recursos productivos) aplicado en la obra.
Por el Arq. Gustavo Di Costa
Editor de Revista ENTREPLANOS