Su ubicación fue determinante a la hora de proyectar, a partir de una intensa búsqueda por alcanzar la mayor altura posible, emergiendo como una gran torre para aprovechar las vistas a la ciudad, el río y las islas.
De esta forma, creció este edificio residencial entre medianeras ubicado dentro del tejido urbano, en el centro de la ciudad de Rosario, Argentina, a pocas cuadras del Río Paraná.
El edificio se abre al norte, favorecido por la presencia de un conjunto de viviendas bajas, permitiendo a los ambientes principales alcanzar una mejor iluminación, ventilación y vistas. Al mismo tiempo, el bloque proyectado se apoya hacia el sur, sobre un edificio lindero de once pisos, altura máxima permitida sobre la Línea de Edificación, igualando su altura con un primer volumen.
A partir de allí, se generan otros dos volúmenes retirados, de cinco pisos más cada uno, llegando a ocupar todo el ancho del terreno con el volumen principal de veinte pisos, retirado respecto de la calle, generando un patio abierto al frente, el cual, además de favorecer y cumplir con los retiros reglamentarios, otorga una mejor calidad y apertura al ingreso, creando un espacio arbolado integrado al barrio con expansiones verdes, locales comerciales y generando una nueva esquina urbana dentro de la manzana. En los retranqueos de los citados volúmenes, se generan terrazas verdes ubicadas en diferentes niveles.
El uso del hormigón a la vista resuelve, integralmente, estructura y envolvente, logrando así una arquitectura despojada de fuerte calidad expresiva con un noble envejecimiento.
Se busca, a través de la estructura, que las vigas perimetrales sean invertidas y funcionen como barandas o antepechos para fortalecer el diálogo entre el espacio interior y exterior. En ese contexto, no existen elementos estructurales limitantes, otorgando gran flexibilidad a las plantas. Se entiende el cielorraso de hormigón visto como el plano principal, responsable de brindar continuidad entre el interior y el exterior, y el cual, a su vez, se transforma en el parapeto del balcón superior, conformando de esta manera, una pieza de hormigón visible desde la calle y la ciudad.
El proyecto se compone a partir de unidades de distintas tipologías, semipisos y pisos exclusivos, contando con terrazas-balcón planteadas como un ambiente continuo en relación con el interior y, a su vez, se incorpora el uso de terrazas verdes con riego artificial. El 35% de la superficie total del terreno se encuentra destinada a terrazas verdes que funcionan como retardadores pluviales, contribuyendo al desarrollo sustentable de la ciudad.
Ficha Técnica:
Obra: Edificio Moreno 40 bis.
Autor: Arquitecto Pablo Gagliardo.
Ubicación: Ciudad de Rosario, Argentina.
Área de proyecto: 5.267 m2.
Colaboradores: Sebastián Larpin, Arq. Lucía Galfione y Arq. Fernando Fantoni.
Fotografía: Arq. Ramiro Sosa.