Fuente: Manual de Ejercicio Profesional del Arquitecto (MEPA)
Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU)
El emplazamiento de una obra puede tener importantes consecuencias sobre sus costos, sobre todo, si no se tienen en cuenta ciertos aspectos y adoptan algunas precauciones para mitigar o neutralizar sus efectos. Seguidamente, se comentan estas cuestiones conjuntamente con otras que, aunque estén fuera del campo de decisión del arquitecto, resulta conveniente que sean conocidas y tenidas en cuenta. El costo del terreno es un factor que participa de distintas formas en las decisiones de comitente y del arquitecto:
- Puede escapar a todo análisis, por ejemplo, en los casos de terrenos destinados a la ampliación de edificios existentes o a la construcción de una vivienda individual.
- Puede ser uno de los datos, junto con los costos de construcción, para integrar uno de los términos de la ecuación económica, por ejemplo, en el caso de edificios para el comercio o la industria.
- Puede ser dato fundamental y excluyente cuando no debe superar determinados porcentajes de incidencia dentro del costo total, por ejemplo, en un desarrollo inmobiliario.
- En los dos últimos casos el proyecto y el costo de la obra están condicionados por el costo del terreno y la participación del arquitecto puede ser relevante para la toma de decisiones por parte del comitente.
- Los medios para la construcción disponibles en el lugar, igual que la facilidad para la provisión de materiales, mano de obra y la existencia de talleres y contratistas, deben ser tenidos en cuenta puesto que lo que no pueda ser provisto en forma local originará sobrecostos por fletes y, en el caso del personal, por gastos adicionales por traslado y estadía.
- Las condiciones de accesibilidad al predio, ya sea por distancia o accidentes topográficos, pueden comprometer el aprovisionamiento de los materiales y de la mano de obra. En estos casos el proyecto debe contemplar la situación recurriendo a las técnicas adecuadas, el empleo de materiales de fácil transporte y cuando sea posible, existentes en el sitio de la obra.
- Los factores climáticos adversos obligan a una cuidadosa programación de la ejecución de los trabajos y en ciertos casos justifican recurrir a técnicas o procedimientos constructivos especiales. Las condiciones extremas originan interrupciones o paralizaciones temporarias, prolongan los plazos de construcción, disminuyen el rendimiento de la mano de obra y generan sobrecostos considerables.
- La infraestructura de servicios existentes y las reglamentaciones de las compañías prestatarias son factores que deben contemplarse desde el primer momento. La falta de ciertos servicios se subsana con construcciones o instalaciones autónomas que constituyen alternativas sensiblemente más costosas que el simple pago de derechos de conexión.
- La naturaleza del subsuelo, cuando la escasa capacidad portante o la existencia de agua subterránea dificultan y encarecen la construcción. Los ensayos y estudios del suelo realizados en el momento oportuno permiten adoptar las adecuadas premisas de proyecto y la correcta estimación de los costos de rubros como fundaciones, submuraciones y aislaciones.
- La topografía del terreno puede originar problemas durante la construcción de la obra si el proyecto no se ajusta a su altimetría. Siempre es necesario contar con una nivelación del predio e imprescindible en proyectos muy extendidos en planta o cuando el terreno presenta desniveles apreciables.
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