Controles de obra

El eficaz control de todo aquello que se proyecta o programa es de fundamental importancia para el desarrollo de cualquier actividad productiva. Podríamos decir que ninguna actividad programada es válida si no va acompañada de un adecuado control. De tal forma, podremos saber si existe una cabal coincidencia entre lo programado y lo materializado. Caso contrario, conoceremos cuáles son las causas de las divergencias y capitalizaremos dichas experiencias para no incurrir en el futuro en otras similares. Podremos aplicar el control en varios campos:

  1. Control presupuestario: Digamos que el presupuesto es un conjunto coordinado de standard de operación para un fin determinado. En nuestro caso (la construcción) es muy difícil obtener un standard de mano de obra, materiales y gastos indirectos, en consecuencia, habrá que formalizar una estimación, y luego, una vez adjudicada la obra, desarrollar permanentes controles para corregir los posibles desfasajes, puesto que no se pueden trasladar las variaciones al precio final como ocurre en otras industrias. En una obra contratada por ajuste alzado el error no puede corregirse. De allí la necesidad de estudiarla cuidadosamente.

 

  1. Control de producción: El eficaz control de la producción de obra tiene influencia directa sobre la cantidad y calidad de los trabajos ejecutados, sobre los resultados económicos y financieros del proyecto desarrollado, y sobre la empresa misma. Dichos controles pueden efectuarse mensualmente. Un procedimiento usual es comparar el certificado mensual de obra realizado con los costos previstos.

 

  1. Control financiero: Al control de producción hay que adicionarle un requisito más: El tiempo de ejecución. El procedimiento de control puede verificarse comparando también el certificado mensual de obra con el plan de trabajo previsto contractualmente. Las posibles desviaciones pueden producir distorsiones serias y comprometer el cumplimiento del plazo de terminación en el caso de tareas atrasadas críticas. En este escenario, las posibilidades de recuperación serán más difíciles, y en todos los casos, impondrán la necesidad de aplicar más recursos, lo cual elevará el costo. La suma de las desviaciones puede provocar también efectos netamente financieros, puesto que las estimaciones originales de compromisos y pagos dejan de ser válidas. En otro orden, los cambios técnicos introducen variaciones en los montos originalmente presupuestados con sus consecuencias financieras. Ello es muy habitual en nuestro medio, obligándonos a permanecer muy atentos -y fundamentalmente- controlando todo lo que se encuentra a nuestro alcance para evitar la acumulación de desviaciones que deriven en una incontrolable situación.

 

  1. Control funcional: Se trata de efectuar las correcciones en las áreas donde no se logra la eficiencia esperada. Una vez analizado quién es el responsable de las desviaciones (siempre lo hay) habrá que aplicar las medidas necesarias para evitar su repetición, ya sea capacitando al personal o reemplazándolo en última instancia

El proyecto o concepción de la obra constituye el principio del objetivo final que es la obra terminada, por lo tanto, y para lograr la calidad, plazo y costo preestablecido, hemos resaltado la función del arquitecto integrando equipos, volcando en ellos, su máxima capacidad creativa en el área organizativa de ejecución y control, diferenciando qué debe hacerse y cómo se hace.

Por el Arq. Gustavo Di Costa

Editor de Revista ENTREPLANOS

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