Ventajas de los techos verdes en las obras urbanas

Cada vez son más las terrazas verdes que renuevan y dan vida a ese ambiente descubierto, poco armonioso, donde coexistían: cableado, cañerías y unidades externas de aires acondicionados, como en una “suerte” de depósito externo. Ahora favorecido no solo por el plus de estética, sino por su funcionalidad en términos de eficiencia energética.

A la hora de proyectar una obra, ya sea una vivienda o un edificio, uno de los planteos más frecuentes es cómo mejorar la eficiencia energética. Existen varias alternativas que van desde el diseño y el empleo de diversos materiales, hasta la incorporación de equipos para operar con energías alternativas, como es el caso de la solar a través de paneles fotovoltaicos que son situados en los techos. Precisamente allí es donde está empezando a evolucionar la infraestructura tradicional por una más verde.

Con el nuevo etiquetado energético se le asigna a las viviendas una mejor valoración en la escala de calificación al no limitarse exclusivamente al uso de energías convencionales. De momento esto se traduce solo en un ahorro de energía, pero también impactará en el sector inmobiliario.

En relación a las cubiertas vegetales, cada vez están más en auge y no se limitan a ser una simple tendencia en diseño. Además de beneficiar al medioambiente, en países como México incrementan el valor del inmueble entre el 5 y 20 por cierto.

Pero esta moda que aspira a instaurarse también en Argentina proviene de los países nórdicos, donde surgió como una cubierta vegetal para controlar la humedad y regular la temperatura en el interior a través de su inercia térmica. Por ejemplo, en Noruega, Islandia o Canadá se emplea como aislación para contrarrestar las bajas temperaturas, mientras que en Tanzania lo implementan para conservar el fresco en el interior.

En cuanto a asumir un verdadero compromiso ambiental, cabe citar a Dinamarca. En la ciudad de Copenhague ya es un requisito contar con un techo verde en las nuevas obras. Además pretende cubrir la totalidad de las construcciones en el 2025 con el objetivo de convertirse en la primera capital del mundo en no emitir carbono.

Otra de las ventajas de esta cubierta vegetal reside en reducir el “efecto de isla de calor”, el cual está presente en las ciudades por la alta densidad de edificios. Esto implica un incremento de 10 grados en proporción a la periferia urbana.

 

La cubierta vegetal en la certificación LEED

Entre las herramientas dispuestas para la certificación ambiental de edificios LEED se estipula como estrategia sostenible la instalación de cubierta vegetal, tanto por sus beneficios medioambientales como económicos: acota la cantidad de corriente de agua de lluvia; filtra contaminantes y dióxido de carbono del aire; disminuye el consumo de energía al proporcionar aislamiento térmico; protege la cubierta de la radiación solar y las tormentas por lo que extiende su vida útil; crea un espacio verde para el cultivo o el esparcimiento.

 

Por Cristian Orquera.

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