La casa se estructura a través de una serie de patios, conformando espacialidades difusas extendidas desde el interior al exterior. Toda la vivienda intenta relacionar pares de opuestos, es decir, espacios cerrados que se abren al exterior abierto, superficies opacas complementadas con transparencias, materialidades macizas integradas a los cristales. Así la casa, que por momentos logra una interioridad reservada, se fuga y diluye en el paisaje.
La organización funcional, dividida en zonas diurnas y nocturnas, se evidencia con su expresión morfológica, definiendo una planta baja fluida y una planta alta compacta e introvertida. La materialidad de toda la propuesta busca expresar su proceso de construcción de modo sincero, a través de tabiques de hormigón a la vista, revoques blancos, estructuras metálicas y planos vidriados. Las zonas de estar permanecen compuestas por ambientes interiores a los cuales se les adhieren patios propios y galerías que se expanden al exterior. De este modo, se conforman diferentes ambientes de encuentro social simultáneo, pero a su vez, permiten la comunicación visual entre los distintos espacios. La fluidez de la arquitectura de la vivienda en el paisaje, pone en valor las condiciones amables del clima cordobés, expandiendo las posibilidades del habitar.
Todas las losas son de Hormigón Armado visto, solo curado con impermeabilizantes translucidos opacos, por ende, las vigas estructurales son invertidas, acción que permitió efectuar sobre la losa una adecuada aislación. Precisamente, se tuvo especialmente en cuenta la aislación térmica de la casa, dado la profusa participación en la envolvente de los distintos planos vidriados y patios intermedios, dentro de una zona muy ventosa y de gran amplitud térmica. Atento a ello, todos los vidrios de la casa son 4 + 4 con control solar, cámara de aire de 12 mm, y PVB incoloro, generando una excelente aislación. Los muros con U-Glass son dobles con cámara de aire de 12 mm. Las carpinterías de aluminio, de gran hermeticidad, aseguran una correcta estanqueidad. La envolvente se complementa mediante muros de 20 con terminación de piedra sintética en el exterior y terminación de yeso en el interior. Los pisos son de Lapacho y porcellanato en la planta baja y del tipo “piso flotante” en la planta alta.
El Arq. Daniel Tofanelli, autor del proyecto, buscó la pureza de los materiales, combinar vidrio con piedras del sector, transparencias en la escalera, para brindar una sensación de continuidad en el ascenso a la planta alta. Estas mismas piedras se combinan en el baño, en las zonas de estar y en los patios.
Ficha Técnica:
Obra: Casa La cascada.
Ubicación: Córdoba Capital, provincia de Córdoba, Argentina.
Autor: Arq. Daniel Tofanelli.
Equipo de Diseño: Arq. Andrea Cornaglia y Tomás Manduca.
El valor del metro cuadrado para una vivienda tipo se ubicó en 45.305,54 pesos.
Durante febrero, el Índice del Costo de la Construcción de Córdoba (ICC- Cba) registró una variación mensual del 4,45% en su Nivel General y del 38,93% en relación a igual mes de 2020.En el mes de febrero del corriente año, el costo del metro cuadrado asumió un valor de $45.305,54.
En el mes de febrero del corriente año, el costo del metro cuadrado asumió un valor de $45.305,54.
Teniendo en cuenta la emergencia sanitaria y el aislamiento dispuesto para evitar la propagación del Covid-19, la Dirección General de Estadística y Censos de Córdoba dispuso la suspensión de la recolección presencial de datos. Con el objetivo de garantizar la publicación de los indicadores estadísticos oficiales, protegiendo la salud del personal que cumple dichas tareas, como así también la de la población respondiente, se utilizan modalidades alternativas de relevamiento, tales como consultas vía telefónica, correo electrónico, web, entre otras. Con los datos faltantes se establecen imputaciones de precios según metodologías indicadas internacionalmente.
Agradecemos la colaboración de las personas contactadas, quienes respondiendo con veracidad y amabilidad a nuestros encuestadores proveen la información necesaria para la producción de las estadísticas públicas.
Breve nota metodológica
El Índice del Costo de la Construcción (ICC- Cba) mide las variaciones mensuales que experimenta el costo de la construcción de una vivienda social tipo.
El índice está compuesto por tres divisiones llamadas “Capítulos” que involucran los precios de diferentes elementos. Los “Capítulos” son: “Materiales”, comprende los precios de 124 insumos; “Mano de Obra”, 6; y “Varios”, 11. El conjunto total de los “Capítulos” se clasifica como “Nivel General”, el cual incluye los precios de los 141 elementos enumerados previamente.
Actualmente, la vivienda tipo está compuesta por cocina-comedor, dos dormitorios y baño. La superficie cubierta es de 50,25 m2, la mampostería de bloque cerámico con revoque grueso y fino, los pisos son de cerámica y el techo de losa.
Los supuestos generales consideran que:
La vivienda es construida por un particular con lo cual los precios son finales, es decir, incluyen el IVA.
La misma es construida en la ciudad de Córdoba.
La obra comienza y termina en el mismo mes.
No se incluye el valor del terreno.
Se contempla el valor de la contratación a un profesional para que realice el diseño, la dirección de obra y el resto del personal (albañil oficial, medio oficial y peón).
Se incluyen los valores de los derechos de construcción, como la habilitación municipal y otras tasas relacionadas, honorarios profesionales por proyecto y dirección técnica (considerando la normativa fijada por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba) y las conexiones a servicios requeridos en el proceso de construcción, como agua corriente, energía eléctrica y gas natural, más el consumo de los mismos durante el mes de referencia (excepto el consumo de gas).
Se exceptúan los siguientes costos: el valor del terreno; gasto de flete por insumos; y, de infraestructura como la demarcación de calles, redes cloacales, eléctricas, de agua y otros gastos relativos al contexto en el cual se levanta la vivienda.
SURA Argentina, empresa especializada en Seguros, Tendencias y Riesgos, muda sus oficinas de la provincia de Córdoba a un nuevo edificio sustentable ubicado en un centro neurálgico de la Ciudad, en la calle 27 de abril 436/438, Córdoba Capital, frente a la Plaza Italia y a metros del Palacio Municipal. Se trata de la primera sucursal de la compañía en el interior del país diseñada bajo los conceptos de sostenibilidad ambiental que, a su vez, funcionará como cabecera regional de las zonas Centro, Cuyo y NOA del país. La inversión realizada para su construcción fue de $7.000.000 (pesos argentinos).
El edificio incluye puntos de reciclaje y busca reducir el uso de papel y plásticos, fomentando la utilización de pólizas virtuales, vasos ecológicos y resmas de hojas de caña de azúcar. Está equipado con grifería especial con corte automático y medición de consumo, y con iluminación 100% led reforzada con luz natural. Además, cuenta con un espacio verde con conectividad y mesas de trabajo para que los empleados puedan llevar a cabo sus tareas en contacto con la naturaleza, y con espacios de estacionamiento para bicicletas y monopatines.
La sucursal ya se encuentra activa mediante un sistema de acceso por turnos que permiten solo el 20% de ocupación, a fin de cumplir con los protocolos de seguridad establecidos. De cara a las nuevas tendencias en el campo laboral y a los distintos roles que interactúan en la compañía, el proyecto busca adoptar una modalidad de organización flexible y lograr una coherente integración de espacios que fomenten el trabajo colaborativo. A su vez, con el objetivo de promover y apoyar a la industria nacional, se convocó a emprendedores locales que aportaron sus diseños generando así un valor adicional.
“En SURA detectamos la tendencia de una mayor conciencia ecológica, por lo que consideramos fundamental promover acciones en pos del cuidado y preservación del medio ambiente, como el ahorro de energía y el uso responsable de los recursos naturales. Bajo estas premisas, el proyecto busca proporcionar un ambiente interior cómodo y saludable, generando un clima ameno y mejorando la productividad de las personas”, afirma Martín Contreras, Gerente Regional Centro, Cuyo y NOA de SURA Argentina.
Esta sucursal responde al nuevo modelo de Seguros, Tendencias y Riesgos adoptado por la compañía, el cual le brinda a los negocios la capacidad de anticiparse a una tendencia, de reaccionar y de adaptarse a ella, generando conciencia a partir del manejo de la incertidumbre propia del contexto y del nuevo mundo que se viene.
Entre los protagonistas principales de esta historia hay ladrillos de plástico y tejas de caucho, pero lejos de ser una cuestión de chicos se trata, definitivamente, de algo de grandes.
Y el calificativo no guarda relación con cosas de la edad sino con el tamaño de la iniciativa: solucionar el déficit habitacional y hacerlo mediante el desarrollo de tecnologías y materiales que aprovechan los residuos urbanos e industriales para construir casas.
Desde Córdoba, en el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE), un grupo interdisciplinario integrado por arquitectos, ingenieros, químicos y diseñadores industriales entre otras profesiones, investiga, experimenta, desarrolla y transfiere tecnologías de construcción y nuevos materiales destinados al hábitat popular desde una óptica sustentable.
Bajo costo x 2
Rosana Gaggino, directora de CEVE, contó que el Instituto de investigación fundado en 1967, depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Asociación de Vivienda Económica (AVE), y que uno de sus principales objetivos es “proveer soluciones de bajo costo y que atiendan las necesidades de hábitat que hay en el país”, pero cuidando el impacto ambiental.
“Buscamos desarrollar tecnologías amigables con el medioambiente utilizando el reciclado de residuos. Así desarrollamos distintas soluciones tecnológicas como ladrillos y bloques hechos con envases descartables de gaseosa, tejas elaboradas con caucho de neumáticos en desuso y plástico reciclado, placas divisorias o de mobiliario hechas con embalajes de alimentos o cáscaras de maní ligadas con resina”, describe.
Y luego, entusiasmada, cuenta sobre la iniciativa más nueva.
“Actualmente estamos desarrollando un proyecto para crear componentes constructivos con residuos de aparatos eléctricos y electrónicos -como impresoras y computadoras- que son materiales de difícil reciclado”, explica la arquitecta, investigadora independiente del Conicet.
Torres de basura electrónica
El dato no es menor teniendo en cuenta que la basura electrónica es la que registra el crecimiento más rápido del flujo de residuos domésticos en todo el mundo.
Para darse una idea, de acuerdo con el relevamiento hecho por una organización internacional, en 2016 este tipo de desperdicios llegó a 44,7 millones de toneladas, 8% más que en 2014. O, si se quiere graficar el tema, con esa cantidad de basura electrónica se podrían levantar 4500 torres Eiffel.
Lo más preocupante es que según las proyecciones de los expertos, la cifra no parará de crecer en los próximos años.
Igual de urgente y preocupante es la situación medioambiental y el déficit habitacional en un mundo cuya población tampoco deja de incrementarse.
Y todo eso no hace más que revalorizar la tarea que se realiza en el CEVE desde hace más de 50 años.
Actualizar la agenda
Gaggino aclara que aunque el objetivo de fondo siempre fue el mismo, con el paso del tiempo (especialmente en las últimas dos décadas) se incorporaron la investigación, el desarrollo y la innovación en tecnologías sustentables, así como la Investigación y análisis de las políticas públicas vinculadas a la temática.
En la actualidad, CEVE tiene las siguientes líneas de investigación:
*Sistemas Constructivos. Es de las áreas más antiguas de trabajo y experimentación. En ella se desarrollan sistemas constructivos, componentes y materiales de construcción para la vivienda y el hábitat.
*Nuevos materiales y componentes. El objetivo es desarrollar elementos constructivos tradicionales elaborados con materiales no tradicionales provenientes de la recuperación y reutilización de residuos industriales y domésticos.
*Gestión Integral del hábitat y circuitos interactorales. Promover acciones directas e indirectas que contribuyan a mejorar el hábitat y fortalecer el desarrollo local, en articulación con otros actores sociales. “Hacemos diagnósticos a pedido de municipios, por ejemplo, sobre situaciones habitacionales y a partir de eso ofrecemos soluciones”, explica Gaggino.
*Políticas públicas, desarrollo socio productivo y hábitat. Se investigan y analizan las políticas públicas vinculadas a la temática con el objetivo de aportar insumos y evidencias para mejorar la calidad de las mismas y atender a los sectores en condiciones de pobreza y/o en riesgo.
Interconexión
¿Cómo canalizan todo lo que hacen y quiénes pueden aprovecharlo?
Gaggino dice que desde CEVE brindan servicios tanto a municipios como a cooperativas, fundaciones y grupos de personas particulares.
“Hacemos el licenciamiento de las tecnologías y damos los cursos de capacitación para que puedan hacerse emprendimientos en distintos puntos del país. También supervisamos y damos seguimiento a los proyectos para hacer control de calidad y asesorar en el caso de que haya que hacer algunos ajustes”, agrega la directora de CEVE.
Luego, cuenta que en diferentes puntos del país existen muchas soluciones habitacionales gracias a la utilización de algunos de los sistemas más antiguos desarrollados en el Instituto, como el sistema Semilla o la estructura UMA.
“Con estos materiales nuevos no tenemos barrios completos pero si algunas experiencias, como en Junín, provincia de Mendoza, donde se construyó una casa y está planificado un barrio de 50 viviendas”, comenta.
CEVE tiene firmados convenios de licenciamiento de la tecnología del ladrillo de PET con la provincia de Chubut y con la Fundación EcoInclusión, de Alta Gracia (Córdoba).
“Quieren reciclar el PET de la ciudad de Córdoba y la Municipalidad les donó un predio para que construyan la planta de producción. Hay perspectivas de un gran impulso para esta tecnología a corto plazo”, se entusiasma Rosana quien desde hace 21 años, cuando ingresó como becaria en CEVE, trabaja para mejorar la vida de los argentinos por vía doble: solucionar la problemática habitacional protegiendo el medioambiente.
Nuevos materiales
El Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE) cuenta con 14 componentes y sistemas constructivos registrados.
Entre los nuevos materiales, se destacan:
*Ladrillos de PET. Se trata de componentes para muros exteriores e interiores elaborados con una mezcla de partículas de plástico PET procedente de envases descartables de bebidas, ligadas con cemento Portland y aditivos, que se moldea con una máquina manual rodante.
Es un ladrillo más ecológico que los tradicionales porque la materia prima principal está constituida por residuos plásticos reciclados. Además, la producción del ladrillo macizo de tierra cocida, utilizado habitualmente en mamposterías, a partir de la extracción de la capa de tierra superficial fértil (humus), y su posterior cocción en grandes hornos a cielo abierto, produce desertificación del suelo, contaminación atmosférica (por el humo generado), y tala de árboles para obtener la leña necesaria para el funcionamiento del horno, dicen en CEVE.
Desde el punto de vista técnico el ladrillo de PET se destaca también en lo que respecta a liviandad y aislamiento térmico.
*Paneles de cáscara de maní. Constituyen un componente de aislación térmica para aplicar en cielorrasos, sobre estructura de soporte de perfilería metálica. Representan una alternativa a los cielorrasos de madera industrializada o placas de polietileno expandido, entre otros.
La placa está elaborada con cáscaras de maní aglomeradas con resina polimérica y conformada por compresión en prensa hidráulica. Además, tiene un atractivo aspecto estético, y sus principales cualidades técnicas son aportar aislación térmica y acústica a los espacios interiores.
*Tejas de caucho. Es un componente que se desarrolla junto con la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Córdoba.
Se aplica en cubiertas inclinadas, sobre estructura de madera. Está elaborado íntegramente con materiales reciclados procedentes de desechos industriales plásticos y de neumáticos fuera de uso. Para hacerla se trituran y extrusan los materiales, y luego se moldea todo en una prensa.
Entre las ventajas de este tipo de teja, citan el hecho de que es más resistente a la flexión, las heladas y el granizo que las tradicionales, de cerámica u hormigón, además de ser más liviana.